Relampagos del alma
El adios
En el adios mezquino hay miradas malvadas
Algo de revencha que los sufridos dejan a sus espaldas
Y en los pasados destinos que heridos se marchan
El amor pierde todo lo que lo hizo la mas bella palabra.
En lo sombrio que encierra...el amor mezquino
Las miradas van diciendo cuanto es la distancia
Entre los pasos que fueron un mismo camino
Y que han decidido por dierecciones contrarias
El adios es el filo de un cuchillo que mata
Cuando mucho se ha querido y ya no se ama
Pero mas que la muerte duelen las miradas
El adios mezquino de aquellos que no tienen alma.
gustavo adolfo rojas (der reserv)
NONBRAME…
Nómbrame cuando quieras.
En el silencio absoluto.
En el presunto minuto
De la más honda tristeza.
Nómbrame cuando quieras
En el dolor más oscuro
Cuando el alma de luto
Te duela de ausencias.
Nómbrame cuando quieras
En el momento… o la hora
Cuando te sientas sola
Y tu corazón desfallezca.
Nómbrame… tal vez herida
En la cornisa del precipicio
En el desconsuelo profundo
De la ilusión más querida.
Nómbrame…y nómbrame
Las veces que quieras
Nómbrame que yo diré tu nombre
Hasta que el día muera.
La hora señalada.
Nadie vive de mas su tiempo.
Ni siquiera aquel que se guarda.
Porque nada queda en este mundo
Cuando llega la hora señalada
Porque el destino la tiene marcada
Y ya sabe a quien le toca el turno.
Y no hay permiso ni refugio
Que lo salve de la partida inesperada.
Cuando el alma deja su morada
Y el cuerpo baja a su sepulcro.
Nadie puede evitar en absoluto
Que la muerte gane la batalla.
